(foto de David Shelby)
Estuve dos semanas prácticamente desconectado de Internet, con ocasionales visitas a los cyberplaces donde conectarme a ver mis mails y postear un par de cosas.
Me lo pasé leyendo tanto libros como periódicos.
Al leer en un periódico local, Weekend, un par de artículos escritos por Rodrigo Calcagni, a quien venía recien conociendo, me quedé trunco al no disponer del espacio del comentario con que habitualmente me encuentro en los blogs. Como podía hacerlo pues tenía su telefono, lo llamé y le dije que necesitaba hacerle un comentario por el hábito de la práctica del blogging y que se lo hacía por teléfono. Lo acogió positivamente y al cortar me quedé cavilando en que esa actividad de comentar estaba en los blogs y no en la prensa escrita.
Me decepcionó la lectura diaria de La Tercera o El Mercurio, cuyo material en general me parecía poco interesante y sufría de un bajo nivel de recordación. Lo comparaba con la lectura frecuente de blogs que realizo en Santiago y donde los destinos de mis lecturas están pauteados por mi propia selección y con el mecanismo de suscripción, que lo hace tan cómodo pues a golpe de vista se cuando uno de los blogs que sigo ha publicado algo nuevo.
Los blogs han desarrollado en mi una actitud mas activa, de participación en la conversación. Leer el diario satisface una función de "informarme" y en general es un acto de tragar información sin mas. Los blogs en cambio, son una invitación a participar en la conversación.
Estoy de vuelta en Santiago y aprecio mi lista de suscripción de blogs; entiendo además otro poco, el porqué de esta batahola con los blogs.
1 comentario:
Hola Gabriel,
Soy neófita en esto de los blogs. ¿Cómo es eso de suscribirte a uno para informarte de sus actualizacioens? ¿Cómo se hace?
Aparte, me gustó este blog. Es distinto, tiene´pinta de columna crítico y no adolece de "perpetraciones líricas" Salutti
Publicar un comentario