domingo, 25 de enero de 2009

Más allá de la capa de la tecnología


Discover Cat Stevens!


Hemos estado absortos en lo que nuestros sentidos ven: la tecnología. Me refiero a todo este mundo de los blogs, Facebook, ahora Twitter, lo que se llama las redes sociales.

Si atravesamos esta primera capa de la tecnología vemos que de lo que se trata es de una nueva, si nueva, forma de comunicación entre las personas. Lo digo así porque antes cuando oía esto altiro pensaba en medios como la prensa, radio y TV, donde una nueva tecnología permitía llegar más y mejor a la gente, siendo la gente en general una multitud enorme, receptiva y pasiva.

Estas formas han permitido una manipulación enorme en un escenario de escasos emisores, aglutinados en torno a los polos de poder del mundo actual.

La multitud, un rebaño dócil y disminuido en sus capacidades.

Todo partió con los blogs, en que cualquier persona abría canal de comunicación abierta al mundo, gratuitamente.
Ahora con tanto medio y red social, el vocerío es total. Hay un ruido en la red increíble. Las personas están perdidas y desorientadas. No existen esos faros que han sido nuestro norte informativo y reflexivo; cualquiera aspira a ser linterna al menos.

La mejor interpretación que he encontrado de lo que está pasando la encontré en la universidad de Manitoba de Canada, en un curso abierto y gratuito, al que atendí por Internet. El foco estaba puesto en una nueva teoría del aprendizaje, Conectivismo, en vista del colapso de los sistemas de educación actuales. Si ahora con Google, como que no hay nada que enseñarle a los jóvenes que lo pueden encontrar todo en la web a golpe de tecla.

Este cambio en la forma de comunicación, trae en definitiva un cambio cultural, una cultura 2.0, cuyas características Steven Downes explica muy bien y que yo redacto pensando en la empresa, en su aplicación a su interior:

1. Es abierta. La comunicación en las redes sociales es abierta; la ven todos, o casi todos. Los bordes se ponen donde haga sentido. Se reduce enormemente el uso del mail, quedando buena parte de la interacción en un historial de amplia visibilidad y abierta participación, hasta los bordes, insisto, en que haga sentido. Esto requiere de un cierto clima interno y de un cierto coraje.

2. Busca el desarrollo de la autonomía. Toda persona es requerida con una voz autónoma, con voz propia. Esto, aunque nos sorprenda no es una capacidad que abunde, o mas bien el miedo ambiental, restringe fuertemente el cultivo de posiciones autónomas.

3. Apertura a la diversidad. En esta cultura 2.0 se fomenta la diversidad; es bienvenida. Mientras mas diversidad de vistas hay para una cierta situación, más rica es la solución que el colectivo será capaz de generar.

4. Conectivismo. Lo que significa amplio acceso a más y más personas a través de la red. Cultivo de las relaciones, de su profundidad y de la reputación. Los que idearon este concepto lo ven como una especie de cerebro neuronal social, de alto impacto en la generación de respuesta inteligentes del colectivo interconectado en amplias redes.

El tema entonces es llevar a la gente a apropiarse de estas tecnologías y entren a la cultura de red o cultura 2.0, donde la colaboración, la participación, la transparencia, reinarán.

Un lento y difícil cambio, muy probablemente, aunque las nuevas generaciones traen esta forma incorporada en su ADN, porque nacieron chapoteando en la red.

¿Tendremos que esperar a que ellos lleguen a las posiciones de poder?